4 señales de que tus prioridades no están bien definidas

Todo lo que puedes hacer parece poco cuando tus prioridades no están definidas. Corretear de un sitio a otro, reaccionar a las peticiones de otras personas y el ruido del día a día a veces no deja espacio para reflexionar sobre lo que es prioritario. En algún momento a todos nos ha pasado. No tener claros los límites, querer agradar al otro, la falta de organización y convertir los quehaceres del día a día ya en una crisis.

Sinceramente, sin una clara definición de quién soy, de qué quiero, y qué es lo que puedo hacer , no es fácil escapar del modo reactivo.

Charles R Swindoll dijo:

«La vida es 10% de lo que te sucede y 90% de cómo reaccionas».

Y estoy de acuerdo con esta reflexión. Quizás los porcentajes pueden variar, pero igualmente sigue siendo la parte reactiva la que prevalece ante los hechos. Las oportunidades se han de aprovechar. Y si se pierden se ha de aprender de ello. Al final todo es un poco matemático y las sumas de vivencias han de aportar por más desagradables que hayan sido.

4 señales que se merecen la reflexión sobre las prioridades:

  • Decir que sí:

«La diferencia entre las personas exitosas y las personas realmente exitosas es que las personas realmente exitosas dicen no a casi todo». -Warren Buffet

Obviamente no pretendo que seamos como Buffet, pero quizás necesitas decir más veces que no. Puedes crear lo que tú quieras crear, pero solamente si tienes el tiempo para hacerlo y eso no es posible diciendo constantemente sí a las prioridades de otros.

Pienso que hay que calibrar y tampoco hace falta aislarse del todo, ya que puede ser contraproducente, pero hay que tener un poco más claro qué es lo que aporta el valor y lo que no. No rodearse tanto de gente negativa o personas interesadas en tu estatus.

Somos lo que hacemos y somos influidos por las personas de las que nos rodeamos. Eso es inevitable. Por eso elige bien tus síes.

  • No distinguir entre urgente e importante

Para mí la separación de conceptos urgenteimportante es la clave para entender las prioridades. Si vas apagando fuegos todo el día bajo la bandera urgente, es muy difícil llegar a lo que es importante. Básicamente por qué no queda más tiempo, ni energía. Lo importante se queda al final y como requiere energía y trabajo y no te queda ninguna, simplemente no se hace. Se pasa a otra cosa urgente y al final estas urgencias ya pueden llegar a ser crisis.

Y las crisis se solucionan bajo presión. Sí o sí. Cierto es que durante el día las urgencias cambian, pero lo esencial se podría mantener firme o por lo menos con muy ligeras variaciones.

Y para solucionar las crisis lo mejor en mi opinión es parar un momento, tomar distancia y observar tus emociones.

  • Ladrones de tiempo

Correo electrónico desorganizado, redes sociales y whatsapss con notificaciones, procrastinación, objetivos sin definir… En resumen, todas son opciones que nos deberían servir para ser más productivos o para facilitarnos la vida, pero se quedan en un ámbito poco definido. Tienen límites borrosos. Deberían servir de apoyo, pero finalmente llegan a confundir o a distraer. Una solución sería poner límites tanto tecnológicos como personales.

  • FOMO

Siglas de (Fear of Missing Out) cuya traducción al español sería “miedo a perderse algo”. Este miedo o ansiedad generada por no estar en un sitio puede ser tanto tecnológico como físico.

Las redes sociales son rápidas y efímeras a la vez, lo que no has visto en el momento que se ha publicado se puede perder en un mar de información.  Se está fomentando dicha ansiedad. Quitarte las notificaciones de redes sociales y valorar con antelación qué es lo que te aporta valor, te puede ayudar a tomar mejores decisiones. Otra vez estamos separando el ruido del valor.

Los eventos para asistir son atractivos, pero dime cuántas veces cuando llegaste a uno, ya estabas deseando estar en casa o en otro sitio. Si la respuesta es que la mayoría de veces sí, ya sabes la solución.

Estas cuatro señales, una vez detectadas, las puedes ir ajustando. Al final todo se reduce a uno de los recursos personales más valiosos actualmente: la atención.

Cuando lo das todo de tu tiempo, no te queda nada.

Y cuando todo es para ayer, al final, dime ¿qué tienes para hoy?

 

Si te ha gustado este post te animo a compartirlo en redes sociales, para que otros usuarios  también lo puedan leer.

 

Deja un comentario